¿Qué investigaciones se están realizando sobre la disfagia?

Los investigadores están realizando investigaciones que sin duda mejorarán la capacidad de los médicos y los patólogos del habla y el lenguaje para evaluar y tratar los trastornos de la deglución. Cada elemento del proceso de deglución se está examinando en personas de todas las edades, incluidas aquellas que no tienen disfagia, para que los investigadores comprendan mucho mejor cómo contrastan los procesos regulares y los desordenados.

La investigación también ha resultado en medios nuevos y seguros para estudiar los movimientos de la lengua y la garganta durante el proceso de ingestión, myessd.org. Estos métodos ciertamente ayudarán a los médicos y también a los patólogos del habla y el lenguaje a evaluar de manera segura el desarrollo de un paciente durante el tratamiento.

dysphagia

Las investigaciones de enfoques de tratamiento están ayudando a los científicos a descubrir por qué algunos tipos de tratamiento tratan con algunas personas y no con otras. Este conocimiento sin duda ayudará a algunas personas a evitar infecciones pulmonares graves, así como a otras a evitar la alimentación por sonda.

¿Dónde puedo obtener ayuda?

Si tiene un cambio abrupto o progresivo en su capacidad para ingerir, debe hablar con su médico. Es posible que lo remita a un otorrinolaringólogo, un médico que se especializa en enfermedades del oído, la nariz, la garganta, la cabeza y el cuello, y un patólogo del habla y el lenguaje. Es posible que le describan a un neurólogo si un accidente cerebrovascular u otro problema neurológico es la fuente del problema de ingestión.

La disfagia se observa con frecuencia en los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares y puede afectar la fase oral y/o faríngea de la ingestión. El individuo puede toser o ahogarse al tratar de ingerir saliva, líquidos o alimentos. Un patólogo del habla y el lenguaje generalmente analiza la capacidad de ingerir de un cliente para determinar el riesgo de aspiración (comida o líquido que ingresa a los pulmones) que posiblemente puede provocar una infección pulmonar o neumonía.

Los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares acuden a la amenaza por ambición silenciosa. La ambición tranquila es cuando la comida y el líquido entran en los pulmones sin toser ni atragantarse. En estos clientes, no hay indicios o síntomas externos de un problema de ingestión.

¿Qué indica tener problemas para tragar?

Cuando tragamos, muchos músculos y nervios interactúan para llevar la comida o la bebida de la boca al estómago. El problema con la ingestión puede surgir en cualquier parte de la boca, la garganta o el esófago. El esófago es un tubo muscular en la garganta que lleva comida y agua hasta el estómago.

Los problemas para tragar pueden ser leves o extremos. El tratamiento varía según la causa del problema. A menudo, los médicos pueden prescribir medicamentos para ayudarlo a tragar. Si no puede ingerir nada en absoluto, es posible que necesite una sonda de alimentación para obtener los nutrientes que necesita.

¿Qué puede desencadenar problemas para tragar?

Muchas condiciones, enfermedades y también condiciones pueden causar problemas para tragar. Los profesionales médicos diferencian los problemas de deglución en 3 tipos:

  • Disfagia de la cavidad bucal: El problema permanece en la boca. Las razones habituales incluyen debilidad de la lengua después de un accidente cerebrovascular, problemas para masticar alimentos o problemas neuromusculares.
  • Disfagia orofaríngea: el problema permanece en la garganta. Esto puede ser el resultado de un problema neurológico o muscular.
  • Disfagia esofágica: Este es un problema del esófago. Esto puede ocurrir cuando algo bloquea o presiona el esófago, hay un problema muscular o hay bolsas en el esófago.

¿Qué condiciones pueden desencadenar problemas para tragar?

Las posibles fuentes de problemas de ingestión pueden incluir:

  • Problemas del sistema nervioso y de la mente: Ciertos problemas afectan la mente y el sistema nervioso (la red de nervios que maneja los músculos y los órganos del cuerpo). La condición de Parkinson, la esclerosis numerosa, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y también el accidente cerebrovascular pueden causar problemas para tragar.
  • Problemas musculares: la miastenia gravis (una enfermedad autoinmune) y la distrofia muscular influyen en los músculos de todo el cuerpo. Los problemas del esófago, como la acalasia, la esclerosis sistémica (esclerodermia), las convulsiones cricofaríngeas y las convulsiones esofágicas pueden influir en su capacidad para ingerir.
  • Esófago que se contrae y obstruye: las células cancerosas del esófago, un bulto o una glándula tiroides inflamada pueden restringir el esófago (hacerlo más estrecho). Un esófago estrecho puede dificultar la deglución. Algunas personas establecen redes o anillos de Schatzki (piezas de tejido dentro del esófago). Este tejido estrecha la televisión y dificulta la deglución de alimentos. Las condiciones de la apertura del esófago también pueden aumentar la dificultad para ingerir, como la hipertrofia cricofaríngea. Ingerir puede ser difícil o imposible si algo se atasca en la garganta.
  • Marcado por reflujo ácido: se puede formar tejido de marca en el esófago como resultado de la ERGE (condición de reflujo ácido). GERD puede resultar en esófago de Barrett (irritación en el revestimiento celular del esófago).
    Infección: La amigdalitis (dolor de garganta) crea dolor e inflamación. Puede hacer que ingerir sea agonizante.

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